martes, 3 de diciembre de 2013

#escenariostec

Tercera semana en #escenariostec

Leer y escribir en la era digital

Leer y escribir constituyen prácticas culturales que adquieren características específicas y se resignifican a lo largo del tiempo. Pensar la integración de las nuevas tecnologías a estas prácticas constituye un gran desafío, en tanto, el acceso al saber a través de los dispositivos tecnológicos requiere del dominio de estas prácticas. La red pone a nuestra disposición una inmensa cantidad de artículos, algunos de ellos de muy buena calidad, pero para acceder a ellos debemos contar con facultades específicas
Por otro lado, leer y escribir en pantalla se nutren hoy de recursos audiovisuales, que si bien requieren de una alfabetización pertinente, promueven y favorecen la construcción del conocimiento, (Crespo, 2013)  a la vez que estimulan diversos procesos cognitivos. La lectura hipertextual permite generar itinerarios personales y singulares de lectura que conducen a territorios inexplorados  que potencian la curiosidad humana. La escritura se constituye como una práctica fundamental en tanto constituye una tecnología a través buena parte del conocimiento que circula en la red es generado. 
A su vez nuevas formas discursivas han entrado en vigencia en la era digital, oralidad y escritura se confunden muchas veces y géneran escrituras híbridas. ¿Qué significa leer y escribir en pantalla? ¿Cómo lo hacemos? ¿Por qué escribir en pantalla nos resulta más fácil que hacerlo a mano, incluso a aquellos que no merecemos el rótulo de nativos digitales? ¿Què características tienen los procesadores de texto que parecen facilitar esta tarea? ¿Cómo podemos integrarlos a nuestras prácticas de enseñanza de la escritura? ¿Qué ocurre con la velocidad, ligada a la cultura posmoderna, y que hace que nuestros alumnos no destinen el tiempo suficiente requerido por una tarea de artesano como lo es el de la escritura? 
Estos son algunos de los interrogantes que los docentes enfrentamos a la hora de pensar la enseñanza de la lectura y la escritura. Preguntas por resolver y que conducen, a la vez, a nuevos interrogantes.

Para terminar, quisiera dejarles un fragmento de un maravilloso texto de Christina Ferrer acerca de la lectura y la lectura y su vinculación con los dispositivos tecnológicos. Espero lo disfruten tanto como yo.


XIV
"La escritura y la lectura, aunque puedan asumir otras funciones, son primordialmente actividades espirituales que necesitan de tecnologías específicas, las cuales cambian de época en época: la forma en que está dispuesto el texto, la imprenta, la forma-libro, los métodos de lectura acoplados a mentalidades de época, los medios de archivo. Aunque la tecnología modifica el arte de leer y de escribir, debería estar subordinada a éstos en vez de presuponérsela "originaria". No obstante, cada nueva tecnología trae aparejada modos de encastre de los requerimientos de poderes, instituciones, mercados y también de formateos de la subjetividad. La pantalla de computadora está generando vínculos proxémicos de los cuáles sabemos poco aún: "arriba y "abajo" en la pantalla suponen nuevas experiencias de lectura y escritura. Asimismo, se transforma el trato táctil con la tecnología: aporrear las ya anacrónicas máquinas de escribir suponía una posición corporal de pulseada con el texto, en tanto el teclado de la computadora exige más cuidado, pues el golpeteo enérgico de los dedos puede fundir la plantilla interna. Pero si se antepone el espíritu a la técnica, entonces nadie queda desguarnecido ante el colapso eventual de la trama que sostiene al mundo actual. Un corte de luz no impide a la mano encender una vela y volver a los palotes, como tampoco a la mirada extraer usura de su resplandor; y la destrucción de un disco rígido no obnubila la memoria de la que alguna vez manaron ideas y palabras."  
                                                                                                         Extraído de “La letra y su molde”, publicado en Revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica Nº 6. Buenos Aires. Primavera de 2007.


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