martes, 10 de diciembre de 2013

Un recorrido por #escenariostec
Aprender es, fundamentalmente, una experiencia colectiva. Aprendemos con, por y para  los otros. Y porque otros aprendieron podemos hacerlo hoy nosotros. Y porque, también, unir nuestros esfuerzos hacia fines comunes, hace de este viaje hacia lo inexplorado, uno mucho más interesante. Ello siempre ha sido así, y lo seguirá siendo. Y quizá, la era digital, con sus dispositivos tecnologías, especializados fundamentalmente en transgredir los límites espaciales y temporales, puedan potenciar esa experiencia.
Son las once de la noche en Rosario, estoy cerrando un arduo día de trabajo, ya con vistas en las vacaciones que se aproximan. Algunos años atrás, no se me hubiera ocurrido que a esta hora pueda asistir a un curso que se dicta desde Buenos Aires, aprender nuevos conceptos, tener compañeros procedentes de distintas naciones y escribir un texto que podrán leer muchos o -también- nadie. Pero en pocos años, y gracias a que muchos se encontraron, aprendieron, y socializaron, eso es posible. No necesito más que una computadora con conexión a internet, y muchas ganas de aprender. Nada más. Eso es algo parecido a la democracia. Justo hoy que en Argentina celebramos los 30 años desde el restablecimiento de la democracia. Y digo parecido porque la democracia es muchas cosas, pero es, sobre todas las cosas, la unión de las distintas voces, y a la vez, el reconocimiento de cada una de ellas, en su diferencia.
Además de docente universitaria, me desempeño como profesora en escuelas de nivel secundario ubicadas en zonas de vulnerabilidad social. Y allí la cosa es muy diferente de lo que ocurre en la universidad.Llegaron las netbooks, y no supimos muy bien que hacer, porque muchos de nuestros alumnos apenas saben leer, y ni hablar de escribir. allá hay que invitarlos a la escuela, a la aventura del conocimiento,y transmitirles que, más allá de todo, la experiencia vale la pena. Y quienes trabajamos allí, lo hacemos con la esperanza de encontrar, al menos, una voz -una palabra-, esa que viene de adentro, acallada por tanta injusticia. Y si lo logramos, estaremos entonces contentos, podremos decir que aprendimos para otros, pero también, aprendimos para nosotros.Nos gustaría que esos chicos lleguen a la universidad, o que sean lo que ellos quieran ser, siempre algo que no se parezca a lo que la sociedad les impone. Garantizarles el acceso a internet, puede ser, hoy, un modo de disminuir la brecha digital, de no excluirlos de una sociedad que, atravesada por dispositivos tecnológicos, crea nuevas subjetividades. Nuestro desafío hoy, se renueva, porque necesitamos ayudar a los chicos a integrarse a esa sociedad como productores críticos y no meros consumidores.

 Agradezco sin duda la posibilidad de participar en este curso que brinda Citep, porque creo, no hay experiencia más profunda que la de aprender, mucha más profunda cuando nos permite encontrarnos con otros, más allá del tiempo y la distancia. Y que bueno que alguién alguna vez creo esto que es internet,y que llegaron otros y aportaron tanto más, y cuánto hay que vendrá. 

Para terminar,quiero dejar una cita de Ranciere, una que siempre tengo en mente, porque creo que la educación es política en cuanto logra significar lo que antes era solo una voz dispersa.


“El hombre, dice Aristóteles, es político pues posee la palabra que pone en común lo justo y lo injusto mientras que el animal solamente posee la voz que señala placer y pena. Pero la cuestión, entonces, es saber quién posee la palabra y quién posee solamente la voz. Desde siempre, la negativa a considerar a ciertas categorías de personas como seres políticos ha tenido que ver con la negativa a entender como discurso los sonidos que salían de su boca. O bien ha pasado por la constatación de su incapacidad material de ocupar el espacio-tiempo de las cosas políticas. Los artesanos, dice Platón, no tienen el tiempo de estar en otro lugar aparte de su trabajo. Este “otro lugar” donde no pueden estar, es sin duda la asamblea del pueblo. La “falta de tiempo” es, de hecho, la prohibición naturalizada, inscrita en las formas mismas de la experiencia sensible.
La política ocurre cuando aquellos que “no tienen” el tiempo se toman este tiempo necesario para plantearse como habitantes de un espacio común y demostrar que su boca emite también una palabra que enuncia lo común y no solamente una voz que denota dolor. Esta distribución y redistribución de los lugares y las identidades, de lo visible y lo invisible, del ruido y de la palabra constituyen lo que yo denomino el reparto de lo sensible. La política consiste en reconfigurar el reparto de lo sensible que define lo común de la comunidad, en introducir sujetos y objetos nuevos, en volver visible aquello que no lo era y hacer que sean entendidos como hablantes aquellos que no eran percibidos más que como animales ruidosos. Este trabajo de creación de disensos constituye una estética de la política que no tiene que ver con las formas puesta en escena del poder y de movilización de masas desginadas por Benjamin como “estetización de la política”.   [Jacques Rancière – El malestar en la estética]



domingo, 8 de diciembre de 2013

Otra semana en Escenarios tec


Sin duda la era digital será la responsable de la constitución de nuevas subjetividades, pués,en buena medida, nuestra constitución es el resultado de la interacción que entablamos con otros y con las tecnologías que utilizamos para realizar una innumerable cantidad de actividades pero que a la vez nos moldean.
 Son muchos los investigadores que se dedicaron a esta cuestión, entre los cuales podemos destacar a Deleuze, o a Paula Sibila.
Aquí les dejamos un prezi en el que se resumen muy someramente las cinco capacidades que serán necesarias en la sociedad venidera, descriptas por el reconocido psicólogo Howard Gardner.

martes, 3 de diciembre de 2013

#escenariostec

Tercera semana en #escenariostec

Leer y escribir en la era digital

Leer y escribir constituyen prácticas culturales que adquieren características específicas y se resignifican a lo largo del tiempo. Pensar la integración de las nuevas tecnologías a estas prácticas constituye un gran desafío, en tanto, el acceso al saber a través de los dispositivos tecnológicos requiere del dominio de estas prácticas. La red pone a nuestra disposición una inmensa cantidad de artículos, algunos de ellos de muy buena calidad, pero para acceder a ellos debemos contar con facultades específicas
Por otro lado, leer y escribir en pantalla se nutren hoy de recursos audiovisuales, que si bien requieren de una alfabetización pertinente, promueven y favorecen la construcción del conocimiento, (Crespo, 2013)  a la vez que estimulan diversos procesos cognitivos. La lectura hipertextual permite generar itinerarios personales y singulares de lectura que conducen a territorios inexplorados  que potencian la curiosidad humana. La escritura se constituye como una práctica fundamental en tanto constituye una tecnología a través buena parte del conocimiento que circula en la red es generado. 
A su vez nuevas formas discursivas han entrado en vigencia en la era digital, oralidad y escritura se confunden muchas veces y géneran escrituras híbridas. ¿Qué significa leer y escribir en pantalla? ¿Cómo lo hacemos? ¿Por qué escribir en pantalla nos resulta más fácil que hacerlo a mano, incluso a aquellos que no merecemos el rótulo de nativos digitales? ¿Què características tienen los procesadores de texto que parecen facilitar esta tarea? ¿Cómo podemos integrarlos a nuestras prácticas de enseñanza de la escritura? ¿Qué ocurre con la velocidad, ligada a la cultura posmoderna, y que hace que nuestros alumnos no destinen el tiempo suficiente requerido por una tarea de artesano como lo es el de la escritura? 
Estos son algunos de los interrogantes que los docentes enfrentamos a la hora de pensar la enseñanza de la lectura y la escritura. Preguntas por resolver y que conducen, a la vez, a nuevos interrogantes.

Para terminar, quisiera dejarles un fragmento de un maravilloso texto de Christina Ferrer acerca de la lectura y la lectura y su vinculación con los dispositivos tecnológicos. Espero lo disfruten tanto como yo.


XIV
"La escritura y la lectura, aunque puedan asumir otras funciones, son primordialmente actividades espirituales que necesitan de tecnologías específicas, las cuales cambian de época en época: la forma en que está dispuesto el texto, la imprenta, la forma-libro, los métodos de lectura acoplados a mentalidades de época, los medios de archivo. Aunque la tecnología modifica el arte de leer y de escribir, debería estar subordinada a éstos en vez de presuponérsela "originaria". No obstante, cada nueva tecnología trae aparejada modos de encastre de los requerimientos de poderes, instituciones, mercados y también de formateos de la subjetividad. La pantalla de computadora está generando vínculos proxémicos de los cuáles sabemos poco aún: "arriba y "abajo" en la pantalla suponen nuevas experiencias de lectura y escritura. Asimismo, se transforma el trato táctil con la tecnología: aporrear las ya anacrónicas máquinas de escribir suponía una posición corporal de pulseada con el texto, en tanto el teclado de la computadora exige más cuidado, pues el golpeteo enérgico de los dedos puede fundir la plantilla interna. Pero si se antepone el espíritu a la técnica, entonces nadie queda desguarnecido ante el colapso eventual de la trama que sostiene al mundo actual. Un corte de luz no impide a la mano encender una vela y volver a los palotes, como tampoco a la mirada extraer usura de su resplandor; y la destrucción de un disco rígido no obnubila la memoria de la que alguna vez manaron ideas y palabras."  
                                                                                                         Extraído de “La letra y su molde”, publicado en Revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica Nº 6. Buenos Aires. Primavera de 2007.